La reflexión de Ventura Rico, coordinador general de la Orquesta Barroca de Sevilla, es la clave de la desconexión entre los responsables políticos y el mundo de las orquestas profesionales.
Efectivamente, la Música no es un bien material que pueda exhibirse en una galería. El inmenso patrimonio musical, desde el Barroco hasta la creación musical más reciente, pasando por el clasicismo, el romanticismo y el resto de corrientes históricas, necesita una formación musical que le dé vida para poder ofrecerlo a la ciudadanía.
Es (o debería ser) responsabilidad de las instituciones públicas culturales mantener orquestas profesionales, cada una en su especialización, para ofrecer a la sociedad este patrimonio con la mejor calidad posible, con las características técnicas y efectivos personales que cada estilo requiere y de manera accesible. Esto cuesta dinero.
Pero la inconsciencia política ante la preservación de este inmenso patrimonio y los medios necesarios para poder transmitirlo, llevan a una auténtica lucha por la supervivencia a los que nos dedicamos a darle vida a estas obras universales concierto tras concierto.
#porelfuturodelaROSS
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