Con una amplia mayoría en la Asamblea celebrada el pasado jueves 10 de marzo, la plantilla de la ROSS ha decidido dar un paso firme en sus movilizaciones. Tras la inacción de las administraciones y la falta de avances después de una larga campaña de información y protestas, se ha acordado finalmente convocar huelga para todas las actuaciones públicas a partir del 23 de marzo hasta el 17 de junio.
El proyecto de la ROSS hace aguas ya desde hace tiempo, pero cada año que pasa es más evidente la infrafinanciación que sufre por parte de unas administraciones que están dejando que se hunda poco a poco en la precariedad.
Nuestro público y la sociedad merecen un relanzamiento artístico, económico y de gestión de la ROSS que garantice la financiación necesaria para recuperar una oferta musical acorde a una orquesta de las características de la ROSS, para su público y para cubrir el coste de su mantenimiento y el cumplimiento del Convenio Colectivo.
Con un año más (2022) en el que se cierran las cuentas con déficit, 130.000€ según declaraciones al diario ABC de Victoriano Martín, miembro del Consejo de Administración de OSSA, la empresa se coloca de nuevo técnicamente en causa de disolución, lo que hará necesarias nueva aportaciones extraordinarias, que nunca se consolidan, para salvar esta recurrente situación.
La elaboración de la próxima temporada 23-24, se ha basado en el control extremo del gasto, según el escaso presupuesto disponible, sin alcanzar unos niveles dignos para una orquesta del nivel, prestigio y tamaño de la ROSS. El maestro Soustrot se ha visto obligado a modificar íntegramente su proyecto artístico presentado al inicio de la temporada actual, a dos años vista, por la imposibilidad de llevarlo a cabo con las restricciones económicas que ha recibido.
La negociación colectiva se encuentra estancada ante la falta de una propuesta inicial firme y clara por parte de la empresa que permita el comienzo de una verdadera negociación para intentar alcanzar un acuerdo respecto a la recuperación salarial y de plazas vacantes.
La relación de desequilibrio con el Teatro de la Maestranza imposibilita a la ROSS poder desarrollar su actividad principal en ese espacio compartido, sin posibilidad de programar conjuntamente desde la equidad. La próxima temporada se mantiene bajo mínimos históricos con 12 programas de abono, igual que en la actual. También se mantiene el periplo de la orquesta por la ciudad a la búsqueda de un espacio donde poder ensayar cada vez que el Teatro no está disponible.
Nada de esto parece importar a las administraciones que no acaban de plantearse ese relanzamiento artístico, económico y de gestión profesional y experimentada, para volver a situar a la ROSS en el lugar de prestigio nacional e internacional que ya ocupó hace años.
Desde la plantilla, pedimos el apoyo de nuestros abonados y seguidores en este esfuerzo por un futuro estable y esperanzador para nuestra orquesta, por la calidad de la oferta musical para nuestro público y por la mejora en las condiciones laborales del conjunto de trabajadoras y trabajadores que formamos parte de este proyecto.
Comité de Empresa
Real Orquesta Sinfónica de Sevilla